Confesiones de un Desobediente Financiero

La tacañería y el fuck you money no pueden ir de la mano.

De hecho, son filosofías de vida totalmente opuestas.

En la entrega anterior te contaba que es posible ahorrar dinero todos los meses sin sacrificar el presente.

Tu presente.

¿Cómo? Pues es tan sencillo como adquirir buenos hábitos financieros.

En mi caso, ocho son los hábitos financieros que me permiten vivir por debajo de mis posibilidades sin renunciar a disfrutar de una buena calidad de vida.

En la entrega pasada analizamos los 4 primeros.

En este boletín de hoy seguimos los otros cuatro

5. Me importa un carajo la opinión de la gente.

Hace tiempo leí que en Rusia había una empresa que alquilaba jets privados para que la gente pudiese tomarse fotos en su interior y postear en las redes sociales.

¡Dios!

Es un ejemplo extremo, pero seguro que hay miles parecidos a tu alrededor:

• Conozco un amigo de mi hija que trabaja en un call center que gana $500 dólares al mes y se compra un iPhone de 1.000.

• El que vive a una nómina de la indigencia pero se va de vacaciones a Punta Cana y lo paga con un crédito.

• El que contrata una hipoteca a 40 años.

• El recién graduado que se compra un Porsche tras firmar su primer contrato laboral de 6 meses.

Seamos sinceros, a la gente le gusta aparentar.

Necesitan sentirse admirados.

Que la mujer del vecino le mire con envidia.

Que el compañero de oficina desee su belleza.

Y para conseguirlo prostituyen su status.

Ay, el status.

En mi caso, que no soy ni más bello ni más listo que nadie, te puedo decir con total franqueza que me importa una mierda la opinión de los demás.

No es una emoción que haya trabajado especialmente ni con la que pretenda diferenciarme del resto de seres humanos.

No soy más chévere que la media, es simplemente que me importa más bien poco lo que opine la gente.

Por eso, cuando tengo que comprar cosas, las compro pensando en mí. Busco la utilidad y la practicidad, no lo que otros ven.

6. Sigo un estilo de vida minimalista.

En los últimos años se ha puesto muy de moda el minimalismo. Ya sabes, el menos es más.

En internet hay cientos de artículos sobre esta filosofía de vida, así que me ahorraré la teoría e iré directamente a la práctica.

La verdad es que yo adopté el minimalismo casi que por necesidad.

Migré a otro país y cuando sales, llegas con mucho miedo, ahorrar, no gastar… pero eso me enseñó que puedo vivir con muchos menos de lo que vivía.

Además soy un maniático del orden y el resultado fue el viraje obligatorio hacia un estilo de vida minimalista.

Poco a poco fui deshaciéndome de cosas que ocupaban demasiado sitio: libros, ropa, regalos, recuerdos de cuando era joven… Nada de eso.

Y ahora volvamos al presente.

Hoy en día solo compro cosas que realmente necesito o que me generan un importante placer. Me he vuelto muy selectivo sacando la cartera.

Por ejemplo, si se trata de ropa, compro tonos blancos, grises, negros y azulados porque combinan con casi todo.

No me verás con un traje verde o con un pantalón rojo porque esos colores son poco combinables y me obligan a comprar más ropa a juego.

7. Veo la vida como vendedor, no como consumidor.

Un factor que ha tenido mucho que ver con el éxito de mi filosofía minimalista es que intento ver la vida desde el punto de vista del vendedor, no del consumidor.

Confieso que esto sí que lo he tenido que entrenar, y mucho. De hecho, a veces se me olvida y me cuesta horrores cambiar el chip.

Te lo explico de forma sencilla para que lo entiendas.

La mayoría de la gente entra a Amazon con el objetivo de encontrar algo que comprar: una ganga por aquí, un producto de moda por allá… Ven la vida desde el punto de vista del consumidor.

Yo entro a Amazon persiguiendo detectar patrones o tendencias de compra. Me pongo los lentes de vendedor y busco oportunidades de negocio con las que ganar dinero.

Estas gafas son válidas en cualquier situación cotidiana.

Por ejemplo, en la cola de entrada al colegio de los niños.

¿Qué cosa (ropa, juguete, morral, superhéroe, princesa…) está de moda y quieren tener todos los niños?

Dentro de un par de semanas te hablaré para profundizar en este punto.

Inclusive te daré un reaglo, pero no se lo cuentes a nadie.

8. Posición fuck you money o Bendito Dinero en todo momento.

No te voy a engañar: el fuck you money es el principio fundamental en torno al cual gira mi vida.

Verás.

Cada uno hace con su dinero lo que considera oportuno, faltaría más.

Si a ti te gusta quemar billetes de 100 dólares en la noche de fiesta, pues a mí me parece excelente. Puedes pedirme el mechero o que te sujete la caja, pero no me pidas los billetes.

Yo uso mi dinero para comprar libertad.

Te cuento.

Frecuentemente me recuerdo que si ahorro el 50% de mis ingresos (es un porcentaje alto, lo sé), por cada mes de trabajo duro puedo “comprar” un mes de libertad financiera (en realidad es mucho más, pero de eso hablaremos más adelante):

• Si trabajo 12 meses, “compro” 12 meses de libertad.

• Si trabajo 12 años, “compro” 12 años de libertad.

Gracias a mi capacidad de ahorro, trabajar el día de hoy es decirle “que te jodan, no te necesito” al trabajo del día de mañana.

Esa mentalidad, grabada a fuego en mi cabeza desde hace varios años, me permite disfrutar mi día a día con un estilo de vista no consumista:

• No necesito préstamos ni tarjetas de crédito para vivir la vida de mis sueños.

• No necesito cambiar de carro cada 4 o 5 años.

• No necesito comprar muebles que solo amueblan mi cabeza.

• No necesito renovar la ropa cada temporada.

• No necesito necesitar cosas.

• No necesito.

• No.

De verdad, no lo necesito.

La posición fuck you money o El Bendito Dinero me permite simplificar todo y vivir por debajo de mis posibilidades sin esfuerzo.

Si eres capaz de interiorizar estos 8 buenos hábitos financieros y, además, tienes la suficiente paciencia como para esperar sus resultados, que no te quepa la menor duda de que estos llegarán.

Desgraciadamente, poca gente será capaz de hacerlo.

La alternativa: vivir por encima de tus posibilidades y ser un “showsero”.

Vivir por debajo de tus posibilidades, o lo que es lo mismo, gastar solo 1.000 cuando podrías gastar 2.000, exige una gran fortaleza mental.

Y la gente es débil.

La mayoría tiene menos personalidad que los post-its que usan en sus libros.

Prefieren no ahorrar ni un centavo y vivir por encima de sus posibilidades con la esperanza de que algún día, al despegar cajita de sorpresas, les salga el mensaje:

“Enhorabuena, acaba usted de ganar 1 millón de dólares”.

¡Que nivel"!

Mira, no nos vamos a engañar. Lo fácil es:

• Enamorarte del nuevo reloj deportivo que anuncia Jennifer López.

• Pagar las compras elevadas a plazos porque así te duele menos la cuenta corriente.

• Salir con tres bolsas cargadas de Zara (y volver a los 6 meses por otras 3).

• Burlarte de los que controlan sus gastos diarios y maldecir enero porque te toca renovar el seguro del carro.

• Preocuparte más por la iluminación de tus fotos de Instagram que por el saldo de tu cuenta corriente.

• Criticar a los pequeños emprendedores y reírte de los que son independientes.

En definitiva, lo normal es desconocer o ignorar la descomunal fuerza del fuck you money o Bendito Dinero.

¿Es este tu caso?

Cero dramas. Del consumo de drogas también se sale.

Da igual si eres mileurista, comunista o progre, de eso también se sale

Volvemos a lo de siempre: hay que echarle bolas para hacerlo.

Y una buena forma de empezar a hacerlo es poniendo en práctica estos 8 hábitos.

Aunque también puedes seguir buscando carros caros alquilado para tus fotos de Instagram,

Tú eliges.

Edgady Aponte

Meco

La mejor aplicación para leer, organizar y no perderte de nada de los mejores boletines del mercado.

Esta herramienta te mantendrá en el día cada día.

IPI Club 🔥 Ingresos Pasivos listos para ganar dinero.

Tengo una zona privada de ideas de ingresos, cómo manejar tu dinero, cómo invertir y más,

“El dinero ama la velocidad. Esta es tu oportunidad para despegar y alcanzar tus metas financieras”

Únete al IPI Club ahora y empieza encontras “La Vía Rápida” para tu Bendito Dinero.

¡No te quedes atrás!