La Felicidad No Está en tu Cuenta Bancaria (Ni en Netflix)

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¿En Dónde se Encuentran La Felicidad y El Dinero?

Lo lees en 17 minutos.

Hoy vengo a hablarte de algo que en la escala de importancia de la vida va justo después de la cerveza y el sexo: la felicidad.

Sí, ya sé lo que estás pensando: "Viene otro con su charla de coach de TikTok sobre cómo ser feliz y salvarme la vida".

Tranquilo, tranquilo, esto no es una conferencia de motivación barata.

Esto va de verdades incómodas, como esas que intentas evitar cuando prefieres seguir allí en ese trabajo que no te gusta, pero que te da $500 al mes.

Mira,

¿Es el dinero el que nos da la felicidad?

Pues te diría que no, pero no soy tan cínico.

La plata ayuda, pero no es el centro del universo como algunos gurús del emprendimiento quieren hacerte creer.

Conozco millonarios que viven amargados y gente común que son más felices que ni te imaginas.

Pero también conozco gente común que están más grises que un día de lluvia, y millonarios que tienen una vida de ensueño.

Lo que me lleva a la pregunta del millón (o del céntimo, según tu situación actual):

¿Qué es la felicidad?

Aquí te doy mi opinión, que tal vez no te importe mucho, con cerveza en mano porque por aquí son las 12:45 medio día (y porque, honestamente, el agua es para los peces):

La felicidad es simple.

Es levantarte sin despertador, sentirte en paz, y saber que no te falta de nada.

No necesitas una cuenta bancaria con seis ceros para lograr eso. Pero, ojo, si no llegas a fin de mes, la felicidad se te escapa como ese sueldito extra.

Aquí va el secreto:

La felicidad no está en el "ser más" o "tener más".

Está en disfrutar el bendito "ahora".

Suena a cliché, lo sé, pero míralo así:

¿Eres actor o espectador de tu vida?

¿Estás presente o solo viendo cómo pasan los días?

Piénsalo la próxima vez que te quedes atascado viendo Netflix o revisando la app del banco.

Y si estás pensando:

“Bien, Edgady, ¿pero qué hago para ser más feliz sin tener que hacer yoga o fumar marihuana en la playa?”

Aquí tienes unos consejos que aprendí del buen Naval Ravikant (ese que creo que sabe de lo que habla):

1. Pon tu cuerpo en forma:

No, no hace falta ser el próximo Stallone. Pero si tu estado físico está al nivel de una Corona caliente, tu cerebro tampoco va a funcionar como debería.

Haz ejercicio, come comida de verdad. Tu futuro yo te lo va a agradecer, y tus hijos también (si tienes).

2. Rodéate de buena gente:

Si pasas el día con gente tóxica, adivina quién va a terminar siendo tóxico también. Exacto. A la mierda los que te restan energía, y rodéate de personas que sumen. Los llorones y los cuentapenas no tienen espacio en tu camino.

3. Reprime tus deseos (los innecesarios):

No necesitas todo lo que piensas. Si asocias tu felicidad a tener más cosas, estás condenado a una rueda sin fin de frustración. Encuentra tu punto de "suficiente" y deja de hacer tan pendejo deseando más y más.

4. Deja de estar en guerra contigo mismo: 

No te des tan duro. Si vives en una batalla constante por ser "más", te vas a perder la vida. Acepta que no necesitas ser el rey del mundo para ser feliz.

Y, si me haces caso, no te tomes tan en serio.

Al final del día, solo eres uno más, créeme.

5. F*ck you money: 

No necesitas ser millonario para vivir tranquilo, pero tener un colchón que te permita decir "no" a lo que no te conviene, es clave.

No se trata de comprar Porsches (aunque no me quejo si tienes uno), sino de eliminar las fuentes de infelicidad de tu vida.

Y ahora, como soy muy de retarte a hacer cosas que probablemente no quieras hacer, aquí van tus deberes para las próximas dos semanas:

- Pasa dos horas a solas en la naturaleza. Sin celular. Solo tú y tu cabeza. ¿Difícil? Inténtalo.

- Duerme 8 horas durante tres días seguidos. Luego puedes volver a tu rutina de insomnio y Netflix.

- Reúnete con un viejo amigo, de esos de la infancia. Deja la pareja en casa y solo disfruta de la conversación.

- Haz algo incómodo físicamente: un baño de agua fría, o un ayuno de 18 horas. No seas cobarde.

- Apaga el celular y pasa 8 horas sin mirar ninguna pantalla. Spoiler: no va a pasar nada urgente.

- Y, claro, tira. No me vengas con romanticismos, hablo de sexo real. Tu pareja te lo agradecerá.

Sé que no todos los harás, pero si tienes lo que hay que tener, acepta el reto.

Y cuando lo hagas, respóndeme este correo y cuéntame cómo te fue.

Prometo responder.

Un fuerte abrazo (y cero pantallas por un rato),

Edgady

P.D. Si eres de los que va a descartar alguna tarea, por favor, que ninguna sea la número 6. Tú me entiendes.

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